La vendimia de la Denominación de Origen Montsant, que arrancaba el 22 de agosto y se ha alargado hasta los últimos días de octubre debido a las importantes diferencias existentes entre las zonas que conforman la DO, ha finalizado con un incremento de la producción, tal como se esperaba.  Con un total de 7.366.383 kilos de uva entrados con muy buen estado fitosanitario, el incremento ha sido ligeramente superior a la cifra del año pasado, si bien es cierto que inferior a lo esperado en un inicio.

 

 

Y es que, a pesar de que ha sido un año lluvioso, las sequías de los últimos 2 años no han permitido que la producción haya sido superior.   Por variedades, las negras representan el 93% de la vendimia, con 6.861.120 kilos de uva frente a los 505.263 (7%) de variedades blancas. Dentro de las negras, las Garnachas y Cariñenas representan un año más el 65% de la producción, porcentaje del cual el 36% corresponde a la Garnacha, con 2.461.658 kilos, y el 29% en las Cariñenas, con 1.981.927 kilos. En el caso de las blancas, las variedades mayoritarias han sido la Garnacha con un 62% y el Macabeo con un 30%.  

La presidenta de la DO Montsant, Pilar Justo, afirma que desde el Consejo Regulador consideran que ésta ha sido una muy buena vendimia con respecto a la producción y el estado de la uva, e insiste en la importancia de los programas de control que se han llevado a cabo para garantizar el origen y poner en valor la marca Montsant: “el hecho de la obligatoriedad de entrar las pesadas de vendimia por parcela es una garantía que nosotros además validamos a campo con nuestro programa de control “.  

Después de la prueba piloto del año pasado, este ha sido el primer año que se ha llevado a cabo un protocolo de vendimia para garantizar la trazabilidad y la calidad final de los vinos Montsant, protocolo que arrancaba con un control del registro vitivinícola, y que se ha creado con la voluntad de continuar aportando garantías de calidad a los consumidores y los profesionales del mundo del vino.

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