Los blancos y rosados son altamente aromáticos y frescos, con gran equilibrio entre acidez y alcohol en boca y de colores muy atractivos

Los tintos, tanto los jóvenes como los que fueron a barrica, ofrecen grandes posibilidades enológicas y buenos parámetros de acidez, alcohol y taninos

 

 

La añada 2018 de los vinos de la Denominación de Origen León han alcanzado la calificación de “excelente” por parte del comité de cata, tras evaluar diez vinos, tres de ellos blancos de la variedad Albarín, y cuatro rosados y tres tintos de Prieto Picudo. La puntuación media concedida a las muestras ha sido de 93 sobre 100, lo que supone haber rozado una vezmás la consideración de “excelente”, que se alcanza con 95 puntos. Desde la constitución en 2007 del Consejo Regulador, los vinos de la zona de producción del sur de la provincia habían obtenido la calificación en “buena” en 2013, de “excelente” en 2014 y 2015 y de “muy buena” para las otras ocho añadas.
A la lectura oficial de la calificación realizada tras la cata, que se celebró en la terraza del hotel Camarote Romántico, el entorno urbano de la capital en el que se desarrolla hasta el domingo la campaña Blancomántico, que incentiva el consumo de vino blanco de la variedad Albarín y de promoción enoturística, asistieron el consejero de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, y ocasionalmente al cargo de Agricultura y Ganadería, Juan Carlos Suárez-Quiñones, el alcalde de la ciudad, Antonio Silván, y el presidente de la Diputación, Juan Martínez Majo. La lectura del acta corrió a cargo de José Peñín, fundador de la Guía Peñín, periodista y crítico vinícola de prestigio internacional, que lo hizo en representación de un comité de cata integrado por los directores técnicos de las denominaciones de Origen Rioja (Pablo Franco), Ribera del Duero (Agustín Alonso) y Bierzo (Carmen Gómez), los cocineros Juanjo Pérez (restaurante Cocinandos), Amparo Rodríguez (Los Poinos) y Javier Rodríguez (Delirios), los enólogos Rafael Alonso y Francis Giganto, el presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería y Turismo, Martín Méndez, el sumiller Fito Benéitez, presidentede Asle, y Ramón Villa, presidente de la Academia Leonesa de Gastronomía.
Las buenas condiciones meteorológicas del proceso vegetativo y bajo las que se desarrolló la vendimia de 2018, que se inició el 18 de septiembre y concluyó el 29 de octubre, propiciaron que los vinos elaborados sean de una altísima calidad. Las extraordinarias condiciones sanitarias de la uva, unidas al desarrollo homogéneo del proceso de maduración, permiten a las bodegas sacar al mercado vinos blancos y rosados muy aromáticos y frescos, con grandes equilibrios entre alcohol y acidez en la boca y unos colores muy atractivos. Por lo que respecta a los tintos, la añada ofrece grandes posibilidades enológicas, tanto en el caso de los vinos jóvenes como aquellos que las bodegas hayan destinado al envejecimiento, también con extraordinarios parámetros de alcohol, acidez y taninos.
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