La mayoría de las bodegas han iniciado la vendimia estos días cosechando las variedades tempranas aunque el grueso de la producción se veremarà durante el mes de septiembre
Los viticultores ya se han beneficiado este año de los datos recogidos por la red de estaciones meteorológicas en los viñedos que han permitido reducir el uso de productos fitosanitarios y han ayudado a mantener un estado sanitario excelente
Las bodegas de la DO Empordà han comenzado estos días la vendimia del 2018 que se alargará hasta el próximo mes de octubre. Aunque depende de la zona y de la variedad, la vendimia se ha iniciado en general en las fechas tradicionales, es decir entre mediados y finales de agosto. Las variedades tempranas, como el moscatel de grano menudo, son las primeras que se cosecharán pero el grueso de la producción se veremarà durante el mes de septiembre.
Las previsiones de la DO Empordà apuntan que la producción de este año será ligeramente superior a la del año pasado, aproximadamente un 4% Los datos de producción definitivas no se conocerán hasta finales de octubre, ya que las condiciones metereológicas de las próximas semanas marcarán la evolución de la maduración de la uva y determinarán el volumen final de la vendimia 2018. Las previsiones de la DO Empordà apuntan que la producción se situará en la media de la denominación que es de unos 60.000 hectolitros anuales.
Las abundantes lluvias de la primavera y las altas temperaturas de este verano han propiciado una excelente maduración de la uva en una campaña que se ha caracterizado por la falta de fenómenos meteorológicos o sanitarios que hayan afectado negativamente las viñas. Justamente, el estado de las viñas es excelente debido a la óptima climatología de la campaña que está permitiendo llegar a la vendimia con el 100% del fruto sano. Esta hecho permite ser muy optimista respecto a las buenas aptitudes enológicas de la uva, que se espera repercuten en una muy buena calidad de los vinos de la vendimia de este año.
Primeros beneficios de las estaciones metereológicas
Los viticultores ya se han beneficiado este año de la red de estaciones meteorológicas instaladas a principios de año a varios punto del Alt y el Baix Empordà para recoger datos que ayuden a los productores a aplicar una viticultura más ecológica. Los datos proporcionados por la red han permitido reducir el uso de productos fitosanitarios y han ayudado a mantener los viñedos en un estado sanitario excelente.
El Consejo Regulador de la DO Empordà
, el centro de investigación IRTA-Mas Badia y el Servicio de Sanidad Vegetal del Departamento de Agricultura de la Generalitat, con el apoyo de la Diputación de Girona, pusieron en marcha a principios de año esta red para combatir de forma más ecológica el mildiu, un hongo que provoca una de las las principales enfermedades que afectan a las viñas.
La red está formada por once estaciones meteorológicas ubicadas en diversos puntos del Alt y el Baix Empordà. La distribución de estas estaciones en diferentes poblaciones permite realizar previsiones a pequeña escala y más ajustadas a las diferentes zonas de producción de la DO Empordà. Las estaciones incorporan sensores de temperatura y humedad relativa, pluviómetro, sonda de humectación foliar y anemómetro. Están dotadas de paneles solares que garantizan el funcionamiento continuado los 365 días del año. Las estaciones hacen, al menos, una lectura horaria y envían los datos recogidos en una plataforma que monitorizar los resultados de manera permanente.
El objetivo principal de esta red es implementar modelos avanzados de predicción de los riesgos de infecciones de mildiu a partir de la detección de las condiciones meteorológicas que favorecen su aparición y propagación. Los datos recogidos en las estaciones son procesadas por el IRTA y el Servicio de Sanidad Vegetal que, mediante avisos, comunican a los viticultores cuando se dan las condiciones más propensas para la aparición de esta enfermedad. De este modo, los viticultores disponen de una información más completa que ya es básica para decidir los tratamientos fitosanitarios a aplicar en los viñedos, con el objetivo final de minimizar lo máximo posible o evitar el uso de pesticidas que se aplican al viñedo ampurdanés, con los consecuentes beneficios para la salud humana y el medio ambiente.
Este sistema de gestión estará en fase de pruebas durante los próximos tres años para valorar su efectividad y fiabilidad en la reducción de los tratamientos aplicados en los viñedos. A lo largo de este tiempo, se realizarán estudios sobre el terreno a varias viñas para comparar la evolución de la enfermedad y se analizarán cepas que no se tratarán (cepas testigo), cepas que serán tratados a partir de los avisos facilitados por la plataforma y cepas en los que se efectuarán los tratamientos convencionales que se han aplicado hasta ahora. Las bodegas Espelt, Peralada y Clos d’Agon colaborarán en estos estudios.