La Denominación de Origen Catalunya cierra la vendimia 2018 con un aumento de la producción del 12%. Mientras que la vendimia de 2017 se cerró con 44.474.325 kg, este año lo hace con 49,7 millones de kg, una cifra más próxima a lo que podemos considerar un año normal (50 millones de kg).
El final del invierno y la primavera se han caracterizado por las precipitaciones frecuentes, en algunas zonas con cantidades importantes, y eso ha permitido que la mayoría de los viñedos hayan tenido un buen desarrollo vegetativo de las cepas. Además, aunque con algunas incidencias puntuales por pedrisco y heladas primaverales, el número de racimos por cepa también ha sido superior al del año pasado y, en conjunto, ha contribuido a este aumento de la producción.
Cualitativamente hablando, la maduración técnica y fenológica han sido óptimas, si bien es cierto que el grado alcohólico medio se ha quedado entorno a una unidad por debajo de lo que se había registrado en la última vendimia. En relación con la afectación por enfermedades fúngicas, aunque el mildiu afecto a los racimos antes y durante la floración allí donde no se había protegido el cultivo de forma adecuada, el oídio y la podredumbre se han mantenido en unos niveles razonables. En definitiva, la añada 2018 se caracteriza por una materia prima excelente que permitirá la obtención de vinos de gran calidad.